RIESGOS QUIMICOS
El riesgo químico es aquel riesgo susceptible de ser producido por una exposición no controlada a agentes químicos la cual puede producir efectos agudos o crónicos y la aparición de enfermedades. Los productos químicos tóxicos también pueden provocar consecuencias locales y sistémicas según la naturaleza del producto y la vía de exposición.
En muchos países, los productos químicos peligrosos son literalmente tirados a la naturaleza, a menudo con graves consecuencias para los seres humanos y el medio natural al provocar un riesgo químico. Según de qué producto se trate, las consecuencias pueden ser graves problemas de salud en los trabajadores y la comunidad y daños permanentes en el medio natural. Hoy en día, casi todos los trabajadores están expuestos a algún tipo de riesgo químico porque se utilizan productos químicos peligrosos en casi todas las ramas de la industria.
Actividades en las que se está expuesto a riesgos químicos
- Actividad docente y de investigación en laboratorios.
- Tareas de soldadura.
- Operaciones de desengrase.
- Operaciones de fundición.
- Destilaciones, rectificaciones y extracciones.
- Limpieza con productos químicos.
Los efectos de los productos químicos peligrosos en el medio ambiente
Muchas personas no conocen los riesgos de los productos químicos tóxicos y a menudo no saben cómo eliminar con seguridad esos desechos químicos. A consecuencia de ello, a menudo se limitan a deshacerse de los desechos químicos en la naturaleza, por ejemplo, en el océano, los ríos, los lagos, los campos, los caminos vecinales, etc. A veces, esos productos peligrosos están en la comunidad en que usted y su familia viven y trabajan, y en los lugares de ocio y descanso. Las sustancias químicas tóxicas que se eliminan inadecuadamente pueden acabar en el agua potable, en los lugares en que juegan los niños, en los terrenos de cultivo o en los alimentos que comemos, etc.
Todos los países están luchando hoy día con el problema de los desechos químicos peligrosos y de cómo eliminarlos permanentemente y con seguridad. La mejor solución que se ha encontrado hasta la fecha es utilizar vertederos aprobados especialmente y bien mantenidos que evitan que las sustancias químicas se filtren al agua subterránea y a las zonas de viviendas o cultivos. Nunca es una solución arrojar los productos químicos al océano, pues pueden tener consecuencias graves: las sustancias pasan a la cadena alimentaria, destruyen la vida marina, vuelven a las orillas, etc.
El riesgo biológico consiste en la presencia de un organismo, o la sustancia derivada de un organismo, que plantea, sobre todo, una amenaza a la salud humana (una contaminación biológica). Esto puede incluir los residuos sanitarios, muestras de un microorganismo, virus o toxina de una fuente biológica que puede resultar patógena. Puede también incluir las sustancias dañinas a los animales y otros seres vivos. El término y su símbolo asociado se utilizan generalmente como advertencia, de modo que esas personas potencialmente expuestas a las sustancias lo sepan para tomar precauciones.
Clasificación
Los agentes biológicos se clasifican en grupos, según su diferente índice de riesgo de infección. Para protegerse de los agentes biológicos se utilizan sistemas de protección física para que imposibiliten el paso del agente biológico patógeno al organismo humano.
Según sea la virulencia del agente biológico patógeno que se encuentre en el puesto de trabajo existen varios niveles de contención que corresponden a los niveles de bioseguridad que se deben alcanzar en locales e instalaciones en las que se trabaje con agentes biológicos de los diferentes grupos de riesgo.
La higiene industrial clasifica los contaminantes que se
pueden presentar en el ambiente de los puestos de trabajo en químicos, físicos
y biológicos. Entendiendo por contaminantes biológicos los microorganismos,
incluyendo los que han sufrido manipulaciones genéticas, los cultivos de
células y los endoparásitos humanos multicelulares.
Es evidente el alto grado de conocimientos que sobre los
contaminantes químicos y físicos se han ido acumulando a lo largo del tiempo,
no pudiéndose afirmar lo mismo al hablar de los contaminantes biológicos ya
que, aunque muchos de ellos están perfectamente definidos e incluidos en el
Cuadro de Enfermedades Profesionales (Decreto 12-5-78 n.º 1995/78), la gran
variabilidad de factores que condicionan su presencia, supervivencia y
actuación sobre el hombre, hace difícil abordar los posibles problemas
planteados por su presencia en un ambiente laboral.
El hecho de que los contaminantes biológicos sean seres
vivos y por tanto capaces de reproducirse, que en una misma especie bacteriana
existan cepas con distinto poder patogénico o que factores tales como la
temperatura y la humedad ambientales puedan condicionar su presencia, no
permite establecer unos "valores máximo permitidos" generalizados y
válidos para cualquiera que sea la situación problema planteada.
Niveles de riesgo
El centro de control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos (CDC) categoriza varias enfermedades dentro de varios niveles de riesgo, 1 que es riesgo mínimo y nivel 4 que es riesgo extremo. En España estos niveles se establecen en el Real Decreto 664/1997.
- Nivel 1: Varias clases de bacterias incluyendo Bacillus Subtilis, Hepatitis canina, E. coli, varicela, así como algunas cultivos de célula y bacterias no-infecciosas. A este nivel las precauciones contra los materiales biopeligrosos son guantes de participación mínimos, más probable y una cierta clase de protección facial. Generalmente, los materiales contaminados se depositan separadamente en receptáculos para residuos. Los procedimientos de descontaminación para este nivel son similares en la mayoría de los casos a las precauciones modernas contra los virus habituales (p.ej.: lavándose las manos con jabón antibacteriano, lavando todas las superficies expuestas del laboratorio con los desinfectantes, etc). En ambiente de laboratorio, todos los materiales usados para en cultivos celulares y/o cultivos de bacterias son descontaminados en el autoclave.
- Nivel 2: Hepatitis B, hepatitis C, gripe, enfermedad de Lyme, salmonelas, VIH, tembladera.
- Nivel 3: Ántrax (carbunco), EEB, paperas, virus del Nilo Occidental, tuberculosis, tifus, fiebre amarilla, hanta, dengue , peste bubónica].
- Nivel 4: Fiebre hemorrágica boliviana, fiebre hemorrágica argentina, virus de Marburgo, fiebre hemorrágica del Ébola, virus de Lassa, Viruela, SARS y otras enfermedades. Al manipular peligros biológicos de este nivel, el uso de traje «hazmat» (traje de protección de materiales peligrosos) y una fuente de respiración autónoma con oxígeno es obligatoria. La entrada y la salida de un laboratorio del nivel cuatro contendrán duchas múltiples, un cuarto de vacío, cuarto de luz ultravioleta y otras medidas de seguridad diseñadas para destruir todos los rastros del microorganismo.
El
esfuerzo que el trabajador tiene que realizar para desarrollar la actividad
laboral se denomina “CARGA DE TRABAJO”. Cuando la carga de trabajo sobrepasa la
capacidad del trabajador se pueden producir sobrecargas y fatiga.
La fatiga
física es la ocasionada por sobrecarga física muscular, por malas posturas, por
movimientos reiterativos, etc., dando lugar a trastornos músculo-esqueléticos.
Los
principales trastornos de este tipo son el dolor y las lesiones de espalda, así
como los trastornos de las extremidades superiores e inferiores.
Los
trastornos músculo-esqueléticos representan uno de los problemas de salud
relacionados con el trabajo más frecuente en nuestro entorno. Así, según datos
de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, el 30% de los
trabajadores europeos se quejan de dolor de espalda, lo que equivale cada año a
44 millones de trabajadores con este tipo de padecimientos.
Los trastornos músculo-esqueléticos en la agricultura
Estos trastornos músculo-esqueléticos constituyen un problema especial
en la agricultura, ya que casi el 60% de los trabajadores del sector tienen que
adoptar posturas forzadas en el trabajo la mitad de su jornada laboral o más.
Del mismo modo, más del 50 % de estos trabajadores están expuestos a
movimientos repetitivos de las manos la mitad del tiempo o más.
Los trabajadores del sector agrícola están expuestos a un mayor riesgo
de lesiones lumbares y de sufrir trastornos de las extremidades
superiores relacionados con el trabajo que los de otros sectores.
Principales causas de trastornos músculo-esqueléticos
Los trastornos músculo esqueléticos, en atención a las causas que los
provocan, pueden ser divididos en:
Los que tienen su origen en causas físicas:
Manipulación manual de cargas
Malas posturas y movimientos forzados
Movimiento repetitivo
Vibraciones
Los debidos a la organización del trabajo:
Ritmo de trabajo
Tarea repetitiva
Ordenación del tiempo de trabajo
Aunque puedan producirse estos riesgos en todo tipo de trabajos, es
destacable que en el sector agrícola presentan mayor riesgo los trabajadores
manuales, poco cualificados y en actividades de temporada (recolección
fundamentalmente).
En este sentido, las desviaciones cubitales y radiales de la muñeca se
asociarán a la enfermedad de DeQuervais; los trabajos con elevación de los
brazos por encima de los hombros, se asocian al síndrome del opérculo
desfiladero; los de flexión - extensión de la muñeca al síndrome del túnel
carpiano.
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